He de confesar que me ha causado risa escucharlo, ese "lloro si me cortan el cabello". Pero sí es algo real, es una manifestación de cómo diariamente las propias mujeres y ajenos, definen qué hace a una mujer serlo.
Zapatos altos, cabello largo, lápiz labial, falda, esos y más objetos son asociados con el día a día de una mujer.
Volviendo a la anécdota del mar de lágrimas al cortarse el cabello, en mis muchas visitas al salón de belleza y puestas a prueba del cromosoma pixie he escuchado a mujeres tenerle ese tipo de pavor a las tijeras, argumentando que serán menos femeninas con el cabello corto, mucho menos se atreven a un corte al estilo pixie. En el peor de los casos, incluso son atemorizadas por sus parejas al manipularlas y condicionarlas a que deben solicitar su autorización si desean hacer algún recorte en su cabellera.
Otro de los casos extremos es dudar de la orientación sexual de una mujer por usar el cabello corto, sí lo admito, mi corte pixie y yo ya hemos sido vistos con malas y dudosas miradas.
Al final de cuentas, cabello largo o corto es una decisión personal, que no hace más y menos mujer a ninguna y que no impide al cromosoma pixie hacer lo suyo e impulsar a cualquier mujer a innovar.
Roxana Rosales
Cromosoma pixie